La Campus Party es una matada. Lo digo así de claro para los que os estáis pensando que aquí estamos de fiesta, que la «party» no es ese tipo de party. El caso es que llevamos desde el lunes sin parar trabajando más de 12 horas diarias y con el estres de que todo salga bien cada minuto. Otra cosa es que hagamos un esfuerzo para poder asistir a escuchar a ponentes que probablemente nunca más tengamos la oportunidad de ver en directo; como cuando hace años fui a Roland Garros, pues un poco lo mismo, viviendo esa ilusión como si fuera una oportunidad única en la vida.
Hoy después de una mañana intensa, nos hemos escapado para ver a Kevin Mitnick.
La verdad es que es alucinante asistir a este tipo de ponencias tan inspiradoras, con esto no quiero decir que vaya a salir de ella y me quiera dedicar a romper cosas en la red, pero sí que es cierto que escuchar el relato de una vida tan intensa y tan «vivida» por parte de su protagonista, no tiene precio.
Era como asistir a una sesión de cine, una peli de cine negro. Conspiraciones, huidas, falsas identidades, triquiñuelas y un largo etcétera acompañan la biografía de un hombre que jugaba de niño a hackear el sistema de autobuses de Los Angeles. Flipante.

La charla duró más de dos horas y no fue transmitida por streaming por expreso deseo del ponente, ciertamente no tanto porque nos fuera a contar su biografía, que sale publicada en EE.UU. el 15 de Agosto, si no por las demos de hacking que nos enseñaría al finalizar.
Cuando un hacker te enseña lo que puede hacer con un ordenador o un teléfono, te acojonas. Sí, sí, literalmente. Mitnick nos ha mostrado cómo a través de un programa informático podía realizar llamadas a un teléfono suplantando el número de teléfono de otra persona, MIEDO.

Claro que después me pongo en la piel de Kevin, o lo intento, y me entra el subidón de adrenalina al saber que puedo conseguir todo eso, que tengo ese «don» para acceder dónde me de la gana y que el «poder» al que debería temer yo, me teme a mí. Acojonante saber que eres tan poderoso.
A pesar de todo este crack dice arrepentirse de todo lo que hizo y por lo que le metieron en la cárcel y nos animó a todos a utilizar la tecnología para nuestro beneficio y no hacer maldades 🙂
Imagino que es el discurso que «tiene» que dar y también puedo entender todo el sufrimiento que pudo causar a su familia con esta vida de película, pero, ¿arrepentirse?. Creo que nunca debemos hacerlo, tomamos decisiones en nuestra vida que tienen consecuencias, mejores o peores, pero es nuestra elección y eso nos hace «libres».
«Si uno quiere saber el gran misterio de la fuerza, la debe estudiar desde todos sus lados»
Star Wars Episode III: Revenge of the Sith
Muy buen comentario. La verdad es que a estos cracks hay que escucharles siempre que se puede. Otra cosa no, pero aprender, aprenderás más que en cualquier otro momento.
Otra cosa es lo que decidas hacer con lo que aprendes. Muy buena entrada.
Un saludo!