Cuando algo no te convence no acabas de estar cómodo y si sientes que necesitas dar un paso más, te planteas darle una vuelta. Y he llegado a ese punto.
Cuando empecé el blog comenzaba mi aventura en social media y en estos posts he recogido mis experiencias, mis puntos de vista y un poquito de mi yo más personal.
Desde hace más de dos años, coincidiendo con mi casamiento con el señor «Ogilvy», he invertido la mayor parte de mi energía en ese mundo rojo del que me siento muy orgullosa de formar parte. Dejé aparcadas las ganas de opinar, como si a alguien le interesara y me dediqué a observar y a leer a los demás.
Pero las personas inquietas no podemos estar mucho paradas, así que, le importe a alguien o no, he decidido volver a opinar, que así por lo menos me desahogo y le doy voz a mis neuronas, que están hartas de hablar entre ellas.
¿Que de qué voy a escribir? Pues como dije en uno de mis primeros posts, de lo que me de la gana 😉