Hay periodos vitales en los que nos dejamos llevar por la inercia del día a día, de la voluntad del rebaño; momentos en los que, sin darnos cuenta, pasamos de ser esencia a ser uno más, anulando todo aquello que nos hace destacar, por no llamar la atención, para pasar desapercibidos, para gustar a los demás.
Por suerte para muchos llega también el momento en el que despiertas, a veces por ti mismo, a veces por las circunstancias que te rodean o experiencias de personas cercanas y es ahí, cuando vuelves a tomar conciencia, cuando tomas la pastilla roja y reanudas la marcha de tu vida tomando el control. ¿Una labor de valientes? No, más bien de inconscientes. Pero de eso se trata, ¿no? de no dejarte llevar, que es lo fácil, de salir del redil y vivir siendo leal a tus valores y principios. Quitarnos el miedo de pensar qué será de nosotros mañana asentando la idea de que quizás no habrá un mañana.
Algunos somos ovejas de colores o de brilli-brilli y nos cuesta muchísimo claudicar, aceptar porque sí lo establecido, vivir con la norma por la norma y necesitamos ser libres para poder ser nosotros mismos. Porque cuando no lo somos nos apagamos. Perdemos el brillo, nos mimetizamos con lo corriente y nos hacemos pequeños.
Creo firmemente en el ser humano (por desgracia), pienso que nuestra parte racional de alguna manera razona y empatiza provocando un gesto amable entre nosotros hacia el prójimo, pero es cierto que en algunas está difuminado (mucho) y esa parte oscura es la que predomina perjudicando todo lo que le rodea. ¿Os suenan?
Cuando los coachs, los psicólogos y tus amigos buenrollistas te dicen que todo depende de la actitud, no tienen razón, sólo tienen una parte de razón; porque ellos no han vivido lo que tú, no sienten lo que tú y no han experimentado las situaciones como tú. Pero es cierto que en esa actitud que tanto nos mencionan está la oportunidad de despertar, de cambiar y de relativizar sobre lo que nos hace daño, porque lo que de verdad importa está más allá de toda esa toxicidad. Así que ha llegado el momento de avanzar, de salir a la pasarela y volver a brillar.
«Hoy te sientes distinto porque eres distinto» Despierta de Bunbury
Shine bright my friend because the time is now 🙂