
Hoy es mi día 15. Un día que esperaba estuviera más cerca del final… nada más lejos de la realidad amigos. Creo que no hace falta que os diga a lo que me refiero. Con esta situación excepcional que estamos viviendo, es el único tema, todo gira alrededor del virus porque nuestras vidas, nuestra propia vida pende de un contagio.
Los que me conocéis sabéis que soy una persona optimista, positiva, de ver el vaso siempre medio lleno o casi a rebosar. Pues ahora me cuesta un poco más, pero cuando lo único que está en tus manos es quedarte encerrado en casa, mejor mentalizarse, ¿no?
De todas formas, lo que me ha empujado a escribir estas «reflexiones» ha sido darme cuenta de que más allá de vivir algo histórico y excepcional, habrá un antes y un después, es un punto de inflexión sin que lo hayamos buscado. Y en este sentido las palabras, su sentido, están adquiriendo un nuevo significado. Y es por esto que me gustaría darles el protagonismo que se merecen, empezando por la palabra que mas me está reconfortando estos días: Amistad.
Los amigos, esos que están siempre, los que aparecen de vez en cuando y los que llegan a tu vida en tiempos de coronavirus.
Pienso que más allá de saber quién está o quién no está… sinceramente creo que todos estamos, quizás no de acto, pero si de pensamiento. Pero bueno, el tiempo me ha enseñado a ser más tolerante, liberal y poco rencorosa. Lo que llevo fatal es lo de olvidar pero perdonar, perdono, jajaja.
Para mí la palabra «amistad» está demostrándome su mejor cara y me siento taaaaan afortunada. Y para alguien que lleva 15 días autoabrazándose eso es mucho. Estoy muy agradecida a vosotros y a las nuevas tecnologías, por las llamadas y videollamadas: mis amigas, las del vermut virtual, las mejores… Rodrigo y Daida, Lorena, Javi y Andrés, Javi y Mapi, Josele, Jesús y Francesc, Jackie y Elo, Anita, Antonio… y los que me quedan!!
Amigos que son familia. Así es. Porque cuando además el destino hace que despidas a tu familia anterior unos meses antes (os mando un beso humano y otro perruno, espero que estéis muy bien), pues se convierten en un apoyo muy importante, en un bastoncito para subir las cuestas del camino de baldosas amarillas, que ahora encima está infectado!!!
En fin, que espero que todos estéis valorando muchísimo la oportunidad que tenemos de reflexionar sobre nosotros, sobre lo que queremos y sobre todo lo que vamos a conseguir. Porque esto es una oportunidad y todo va a ir bien.
Un beso grande, todo el ánimo y la fortaleza necesaria para superar esta pesadilla. Mañana más y seguro que mejor.

Pues sí, los que tenemos la familia lejos somos los que más apreciamos la amistad de alrededor, ¿verdad? En fin, que me habría gustado seguir con la nuestra pero parece que siempre hay algo que hace que esa cervecita se aplace 🙂 Supongo que llegará. Por cierto me lo he pasado muy bien leyendo tus post 🙂 Un beso y cuídate mucho
Qué mejor momento que cuando recobremos la libertad!! Te apunto!!! Besazo!