Veintidós y los que quedan. Sí, uno más y también es uno menos, ¿no? Así es, pero parece que el día cero no va a llegar nunca y esto nos provoca muchas sensaciones, entre ellas una que engloba todo y que es la palabra del día.
Miedo. ¿A qué tenéis miedo? ¿A morir? ¿A conocer cómo os sentiréis cuando mueran vuestros seres queridos? ¿A la enfermedad? ¿A la incertidumbre? ¿A la soledad?
Del miedo no se habla, igual que no se habla de los ataques de ansiedad, de la depresión y de esa sensación de sentirse solo. O del bloqueo mental que muchos tienen y que hace que no puedan trabajar desde casa. Sólo se habla de las muertes, los contagios y las personas recuperadas. Es lo importante, ¿no?
Las televisiones cada vez son más sensacionalistas, las noticias más homogéneas, veo un video de que pusieron en un canal en otro dos días después… Los medios «informan», intentan «formar» con consejos y ejemplos de qué hacer y qué no hacer, pero… ¿realmente ayudan?
¿Apoyan con sus contenidos a la gente que está en casa? ¿A los familiares de los difuntos? No lo sé, no me interesa. Hace tiempo que dejé de creer en los medios, como os dije en la reflexión sobre la «Libertad» estamos totalmente sesgados, así que es imposible ser neutral. Yo os puedo contar lo que veo a través de mi ventana y en la mini escapada que he hecho hoy al supermercado.
Silencio, concentración, tensión, soledad. Miedo. La duda ante lo desconocido, eso que hace que nos pongamos violentos porque tememos por nuestro bienestar. ¿Perderé el trabajo? ¿Volveré a trabajar? ¿Volverán los clientes? ¿Podré pagar las facturas, las nóminas? ¿Qué va a pasar?
Las preguntas. Esas que siempre evitamos pero que deberíamos hacerlas constantemente para cuestionarlo todo.
Sí, es una situación extraordinaria, lo es. Pero no creo que se trate tanto de «resistir» si no más de sobrevivir. Y sobre todo, de mantener nuestra cabeza serena, en orden. Dejemos que todo fluya y no nos bloqueemos con pensamientos negativos que lo único que van a lograr es reforzar ese miedo.
Relajad la mente. Abrid vuestro corazón. Compartid el miedo con la gente que os quiere y os rodea, porque juntos saldremos de esto y el abrazo está muy cerca, el abrazo y el beso.
Muy bien, sobrina te sale la vena del pastor/ra, que cuida del rebaño y que sólo mira la dehesa, que mientras hay hierva, sabe que la vida merece la pena.un beso fermin.
Otro beso grande tito!!! Que alegría encontrarte por aquí 🙂